Exclusiva!! Entrevista a Ramón Díaz Eterovic



Como un artesano silencioso Ramón Díaz Eterovic ha cultivado por más de veinte años el género policial, entregándonos uno de los personajes más representativos y reconocible dentro de las letras nacionales: El detective Heredia.

Con más de 15 libros publicados, traducido a 7 idiomas, ganador de múltiples galardones nacionales e internacionales, y hasta con su propia serie de televisión, Díaz Eterovic ha fundado un fresco estilo de hacer literatura, donde la responsabilidad social y la técnica se conjugan de una manera sincera y directa, volviendo a poner los ojos sobre el chile cotidiano.


- ¿Es la novela negra la nueva novela social? ¿Es responsabilidad del escritor dar data de la contingencia, histórica y social, de su tiempo?


Sin duda que la novela negra es la novela social de nuestra época. A través de ella se palpa el pulso de distintas sociedades, sus carencias, problemas y desigualdades. Se denuncia el abuso de los poderes políticos, económicos y militares, y se busca la verdad y la justicia que a diario se escamotea a los ciudadanos. Es un género que mediante el desarrollo de una investigación da testimonio e indaga en la condición humana de nuestro tiempo. Por todo ello, se suele decir que para conocer la realidad de un país, no hay nada más efectivo que leer alguna novela policial que la retrate.

No soy amigo de dar recetas ni pido que todos los escritores piensen o escriban de lo mismo, porque entonces se atentaría contra la diversidad y libertad implícita en el gesto creativo, pero buena parte de las cosas que escribo responden a mi idea de ser un escritor que actúa como testigo de su tiempo, que es capaz de recoger los sentimientos de otras personas y que intenta generar una obra que provoque reflexión acerca de lo que somos, de cómo vivimos y de lo que soñamos. Además, los acontecimientos que me han tocado vivir y sobrevivir, casi inevitablemente me han motivado a escribir sobre hechos que tienen que ver con nuestra historia, lo que me lleva a pensar en mis novelas como una crónica social de nuestro país en los últimos treinta años.


- ¿Cual es la verdadera rigurosidad que exige el género policial que atrapa a tantos lectores?


La novela policial es uno de los géneros más exigentes para un escritor. Su creación implica construir un enigma consistente y creíble que se sostenga a lo largo del texto; crear personajes y ambientes atractivos; saber dosificar la información necesaria en toda historia; utilizar diálogos vitales y que aporten al desarrollo de la trama; y todo lo anterior con una pluma de calidad que haga interesante la novela no solo por su enigma, sino, y principalmente, por su aporte estético, por su valor como texto literario y por lo que dice.


- Heredia ha estado presente en la literatura como icono del chileno medio los últimos 20 años: Que es lo que pasa con Heredia en el nuevo Chile tecnocéntrico y neoliberal?


Heredia es un crítico de la manera en que está organizada nuestra sociedad y por lo tanto sigue punzando en aquellas injusticias que fueron y continúan siendo la cara más visible de la dictadura, y muchas de las cuáles se han prolongado hasta el día de hoy, a través de un sistema económico neoliberal que tiende a la riqueza de unos pocos y la marginalidad de la mayoría, y de un sistema político farandulero, restringido, centrados en clanes y partidos que se aferran al poder y limitan la participación real de los ciudadanos. Contra todo eso, y con el precario poder de todo personaje literario, Heredia actúa como un testigo que denuncia lo que no le parece correcto y establece las verdades que están a su alcance.



- Pasando a otro tema, cual es tu relación con el medio literario actual? Como ves la literatura nacional de las últimas décadas?


Mi relación el medio se limita a la publicación de mis libros y a participar en actividades que supongo ayudan al conocimiento de nuestra literatura. De vez en cuando participo en la organización de eventos que pretenden generar vínculos entre escritores y lectores, como es el Festival de Novela Negra “Santiago Negro” que se realizará en el mes de octubre con el impulso del Centro Cultural de España, y que pretende acercar la narrativa policial a los lectores, mediante mesas redondas, lecturas, conversaciones y otras actividades. Se trata de recuperar en alguna medida esa condición popular que tiene el género en otras partes y que lo ha hecho tan apreciado por los lectores de todo el mundo. Creo que un escritor debe aportar algo para impedir que la literatura se recluya en sí misma y para conseguir que la creación de los autores llegue al máximo de personas.

En cuanto a la literatura chilena creo que ella mantiene su vitalidad, aparecen nuevos nombres y se escriben textos de interés, a pesar de que lo escritores deben sobrevivir en un ambiente de cierto desinterés colectivo por la creación literaria o de su consideración como una mercancía que sólo tiene méritos en cuanto se vende en grandes cantidades. No puedo hablar de todo lo que se escribe, porque desde luego lo desconozco, pero sé del trabajo de muchos escritores jóvenes que están desarrollando una obra menos auto referente o basada en meros aspectos formales, y apuntan con sus textos a esa función reflexiva, esclarecedora si se quiere, que ha tenido y tiene la literatura acerca de la condición humana en distintas épocas y circunstancias.


- Como ha cambiado el panorama literario nacional desde los días en que compartías una mesa de “La unión chica” Con Jorge Teillier y Rolando Cárdenas?


Esos días pertenecen a una época de oscuridad, de miedos y de exclusiones que terminaban convirtiendo una simple mesa de bar en un oasis en el que se podía respirar cierta libertad y mucho compañerismo. Una mesa que, al menos en mi caso, fue un taller literario espontáneo en el que aprendí muchas cosas significativas. Hoy, desde luego, hay más libertades, se pueden publicar los libros con mayores facilidades, existen redes en Internet a través de las cuales se dialoga o discute; y en apariencia al menos hay mayores facilidades para conocer el trabajo que realizan los distintos autores. Pero también siento que hay menos solidaridad entre los autores y falta entusiasmo por compartir proyectos comunes; también me parece que la literatura está bastante alejada del interés de la mayoría de la gente, y prevalece esa intervención del mercado que antes no existía y que impone distorsiones en la difusión de las obras a partir de diversos mecanismos de publicidad y venta que no siempre coinciden con lo que uno considera las obras que valen la pena leer.



- Que es lo que hoy por hoy te motiva a escribir? Cual es el Chile que te gustaría ver reflejado en tus libros?


Escribo, porque como decía Juan Carlos Onetti, de quien se celebran estos días los cien años de su nacimiento, escribir es mi vicio, mi pasión y mi desgracia. No sé por qué comencé a escribir ni sé por qué lo sigo haciendo en un país donde casi todo está dado para desmotivar a un escritor. Probablemente lo hago por inconformidad frente a las cosas que me toca ver o vivir, o porque en el hecho de escribir encuentro esa dosis de libertad y felicidad que no siempre encuentro en la realidad. Solo sé que escribiré, bien o mal, hasta que me quede hilo en la carretilla. Y más que en mis libros, es en la vida de todos los días y de todas las personas, donde quiera ver reflejadas esas cosas de las que se habla mucho, pero por las que se hace poco: libertad, igualdad, solidaridad, una vida digna para todos. El viejo, y hasta ahora irrealizable sueño de una sociedad justa, a la altura de esos valores que, se supone, definen el ser y la condición del hombre.


- En año de elecciones, como vez el discurso de los actores/candidatos políticos sobre cultura y fomento de la literatura?


Veo a la mayoría de los candidatos más preocupados de discutir encuestas que de proponer ideas para un mayor desarrollo cultural, lo que incluye el fomento de la literatura. Por ahí he visto una mención de Arrate sobre el fin del IVA a los libros, lo que es positivo, pero insuficiente. También leí una entrevista a un asesor de Piñera declarando que el candidato aun no había sido “pauteado” sobre temas culturales, lo que no habla muy bien de su relación con el tema. En general me parece que faltan propuestas que apunten, en primer lugar, a mejorar la educación, que está en la base del desarrollo cultural. Y en el plano del fomento de la literatura hacer de una vez por todas realidad esas cosas de las que siempre se habla: Fin del impuesto a los libros, difusión de la literatura a través de medios de impacto, como la televisión; fomentar redes de librerías, porque en la mayor parte de los lugares de Chile no existen; incentivar la publicación de nuestros autores clásicos y nuevos; establecer apoyos de largo plazo para el trabajo de los escritores y no solo becas puntuales que no resuelven mucho, y un largo etcétera que no cabe en esta respuesta. Creo que hoy, por carencias económicas y muchas veces por manifiesto desinterés o falta de información, hay un distanciamiento entre los chilenos y el libro, y por lo tanto las propuestas deberían estar orientadas a reducir esa brecha, y permitir que el libro sea para el conjunto de las personas una fuente de interés, de entretención y de crecimiento.

Por Juan Francisco Gore

Publicado en El Ciudadano, año 2009


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